Los paradigmas de gestión de recursos están agotados y el talento y capital ya no son suficiente para asegurar la ventaja competitiva. Solamente las empresas y los países que logren construir sistemas y modelos de negocio resilientes serán exitosos en un futuro próximo.
Un ejemplo es nuestra región, donde la abundancia no garantiza una gestión eficiente de los sistemas. Aquí se concentra la tercera parte del agua dulce del planeta, pero 33 millones de personas no tienen acceso a agua segura; estamos entre los mayores productores y exportadores de alimentos, pero también somos hogar de 42.5 millones de personas sin seguridad alimentaria y de otros 22 millones que no tienen acceso a fuentes de energía modernas. Para estructurar soluciones sostenibles y de verdadero impacto a estos y otros retos, necesitamos entender que el agua, la energía y los alimentos son recursos interdependientes.
El 13 de febrero, nos reunimos con expertos en gestión de recursos naturales y desarrollo sostenible en un foro abierto con más de 200 participantes del sector privado y académico donde exploramos el contexto latinoamericano y la interrelación entre los recursos. Además, en una serie de sesiones de trabajo comenzamos a desarrollar la estrategia para enfrentar los retos que el siglo XXI presenta en estos sectores.
A diez años de su lanzamiento, iniciamos un proceso de evolución del Centro del Agua para explorar el nexo agua-energía-alimentos como una vía para la construcción de nuevos modelos de gestión. Esto requerirá identificar y resolver costos de oportunidad, fomentar sinergias y optimizar procesos y será clave para lograr la resiliencia económica, social y ambiental de América Latina.
Iniciamos un camino aún poco explorado, pero estamos seguros de que la experiencia del Centro será de gran valor para comprender y navegar las interrelaciones del nexo, construir una visión compartida y promover el desarrollo de nuestros países.
Puedes encontrar las conferencias de los especialistas que nos acompañaron haciendo clic aquí.