Originalmente publicado en El Norte
En los últimos años, el número de mujeres y madres que se incorporan al ámbito laboral se ha incrementado, sin embargo, todavía falta que papás se involucren de forma cercana en la crianza de sus hijos.
Por ello, la Fundación FEMSA trabaja para generar conciencia con los padres de familia sobre la importancia de acompañar el desarrollo de sus pequeños.
“Estamos trabajando sobre todo en programas de concientización de la importancia de esta época, parte del desarrollo de los niños”, señaló Mariano Montero, director de la Fundación FEMSA.
“Damos mucha información, damos programas, promovemos que haya salas de lactancia, promovemos eventos de información y de capacitación para padres y madres”.
Los primeros cinco años
Los primeros cinco años de la vida de un niño, considerados como la primera infancia, son de vital importancia para su formación, y por ello necesitan del acompañamiento de sus padres para alcanzar un pleno desarrollo.
“En esta etapa es cuando el niño se forma su cerebro y forma una buena parte de su desarrollo”, expresó.
“Invertir en la primera infancia es la mejor inversión que puede realizar un padre”.
Durante estos años, los pequeños se forman en en área física, cognitiva, lingüística y socioemocional.
Ésta es una oportunidad para que los padres los alimenten, estimulen, eduquen, los acompañen en su aprendizaje de lenguaje y brinden apoyo y cariño.
A la hora de jugar, durante el baño o al momento de ir a dormir, siempre hay tiempo y espacio para que papá se involucre más en la crianza de sus hijos.
“Quisiéramos hacer conciencia con los padres, invitarlos a esta maravillosa experiencia que es criar un niño”, invitó.
“Que este rol que tenemos del padre que es más bien alejado, que no muestra cariño, que no se involucra con el desarrollo del niño, tenga un papel mucho más activo”.
Estudios sobre esta etapa de la niñez demuestran que los menores que tuvieron un acompañamiento más activo de sus padres, muestran menores índices delictivos, mejor calidad de salud y mayor productividad en el trabajo, dijo Montero.
Dentro de las empresas se ha observado la dificultad que enfrentan tanto mamás y papás para hacer compatible el trabajo con la paternidad, lo que se ve reflejado en retrasos y faltas frecuentes.
Por ello, se han aplicado diversas políticas amigables con la familia, como flexibilidad en horarios labores, opción de trabajar desde casa y tiempo para que los padres puedan pasar con sus hijos cuando son más pequeños.
Además, trabajan en una iniciativa con el Banco Interamericano de Desarrollo, en un Fondo de Innovación en Primera Infancia, con el que se busca diseñar modelos para impulsar el desarrollo infantil.
“Los padres tenemos que involucrarnos mucho más y no dejar que sea una cosa de la madre, tenemos que ser padres que dediquen tiempo, que estén ahí y que acepten este nuevo rol”, Mariano Montero, director de Fundación FEMSA.