Cuando se le pregunta si se lava las manos, Antonio Davi Lumasini, de 5 años, es sincero: “En mi casa yo me las lavo de vez en cuando… aquí en la escuela me las lavo más veces”. Él es uno de los casi 500 alumnos de la escuela pública Luiz Bárbaro, en Ponte São João, que está participando del proyecto ¡Listos a Jugar!, una iniciativa de Fundación FEMSA, Sésamo, Unidade de Gestão da Educação-UGE (Unidad de Gestión Educativa) y el Instituto Avisa Lá para estimular hábitos saludables entre los niños.
El proyecto forma parte del programa Escuela Innovadora de la ciudad de Jundiaí, y ha estado en funcionamiento este mes en 14 escuelas públicas. Se basa en cinco ejes que se desarrollarán durante todo el año: conciencia del cuerpo, alimentación saludable, actividad física, autoregulación y cuidado personal. Es en ese último punto donde encaja el objetivo “Vamos a lavar las manos”, que está siendo enseñado a los niños. Antes de eso, coordinadores, directores y maestros recibieron capacitación específica para brindar el conocimiento a los alumnos.
Según la coordinadora pedagógica de la Emeb, Aline Rebuci Rodrigues, incluso los adultos, a veces, tienen la dificultad de incorporar ese hábito. “Lavarse las manos es importante, y no es solamente ’pasar una agüita’, como muchos lo hacen. Para ser efectivos, es necesario hacerlo de la manera correcta, como lo hacemos cuando orientamos a los niños”, dice. Además de la explicación de los maestros, un panel en la parte superior del lavabo colectivo enseña los siete pasos para el lavado correcto. “El lavado correcto de las manos evita la transmisión de enfermedades y es considerado tan primordial que existe anualmente una campaña de sensibilización mundial realizada por la Organización Mundial de la Salud”, comenta Aline, reforzando las situaciones en las que la higiene de las manos es obligatoria: las principales son antes de comer, después de usar el baño, antes de manipular alimentos y después de sacar la basura.
La familia tambien estará involucrada en la acción: los días 13 y 14 se llevarán a cabo reuniones de padres de familia para presentarles el objetivo del proyecto. “Los niños son multiplicadores y la participación de la familia es importante para incorporar hábitos saludables en la rutina”, dice Aline.
Si bien puede parecer muy sencillo, lavarse las manos puede ser un hábito difícil de ser adoptado por los niños – pero en la escuela se vuelve muy divertido. “Es un excelente proyecto, porque en la casa es una batalla, pero aquí en la escuela el niño lo hace jugando”, comenta Adriana Lima da Silva Martinelli, mamá de Henrique, de 5 años.