En Fundación FEMSA, trabajamos de la mano de aeioTU acompañando a educadores de Villas ABP en Nuevo León, México, a mejorar su experiencia educativa y la calidad de atención a sus niños a través de la solución “Formando” de aeioTU. En este blog, Laura Guzmán nos comparte la perspectiva de aeioTU sobre la construcción de entornos positivos para el desarrollo integral de la primera infancia.
En el contexto actual, debido a la contingencia por la pandemia de COVID-19, los niños, familias y educadores, se han enfrentado a nuevas dinámicas que han incidido en su cotidianidad habitual y en sus relaciones. Por tanto, han surgido diversas maneras de asumir los cambios suscitados por este evento en sus vidas. Una de estas ha sido el fortalecer las relaciones e interacciones de una manera positiva con las nuevas rutinas al posibilitar experiencias que continúen incidiendo en el aprendizaje de los niños, aunque no asistan a los centros de desarrollo infantil.
Los niños han mostrado en este tiempo su actitud valiente, paciente y persistente al asumir todos estos cambios, mostrando a los adultos valores como la resiliencia, el cuidado, la flexibilidad, la capacidad de adaptación y esperanza en estos tiempos difíciles. Por ello, más que nunca es necesario evidenciar la importancia de construir entornos positivos para los niños que contribuyan en su desarrollo integral, en donde los adultos desde sus diferentes roles como padres, familiares, cuidadores o maestros participen de manera colaborativa para el logro de este proceso.
Aquí hablamos de tres elementos para la construcción de entornos positivos en el marco de esta contingencia:
Familias y cuidadores como aliados
Uno de los elementos fundamentales para la construcción de entornos positivos es reconocer a las familias y cuidadores como aliados de los educadores, ya que los niños, al no estar en los centros educativos, permanecen la mayor parte de su tiempo en casa. Es por eso que ha sido vital reconocerlos como actores que son parte fundamental en los primeros años de vida de los niños, ya que son portadores de saberes, prácticas culturales e identidad que indiscutiblemente hacen parte importante de la formación de los niños. Hoy, las familias son el puente para continuar con el aprendizaje de los niños y es necesario verlos como aliados, haciéndolos partícipes de las exploraciones e investigaciones de los niños en casa, desde una relación en la que los maestros les ayuden a ver todas las posibilidades de aprendizaje que se generen a partir de cada experiencia que viven los niños en el hogar.
La casa como escenario de aprendizaje
La casa emerge como otra alternativa para fortalecer los entornos positivos para los niños, ya que se resignifica que el aprendizaje también se puede desarrollar desde la cotidianidad de cada hogar y no necesariamente en los centros educativos. Es necesario reconocer todas las posibilidades que hoy nos brinda el entorno, las personas, las vivencias, los momentos, los medios y los materiales.Hoy más que nunca tenemos la posibilidad de pensar cada situación en casa como una experiencia que enseña a los niños y a las familias, y a partir de la cual se construye una relación de colegaje en pro de los niños.
Por tanto, la construcción de acuerdos entre niños y adultos en cada hogar es fundamental para tener un entorno positivo en donde se generen espacios de diálogo en los que se reflexione en torno a las acciones y cambios que se han vivido en casa. Teniendo presentes las voces de los niños y los cuidadores de una manera equitativa, otorgando la oportunidad para potenciar la convivencia sana, la comunicación asertiva, el respeto mutuo y la empatía, tenemos una experiencia en la que se construye de manera conjunta la nueva cotidianidad y el valor de ser equipo entre niños y adultos.
Desarrollo profesional de los educadores
Otro aspecto vital para la construcción de entornos positivos en el marco de esta contingencia se ha enfocado en el desarrollo profesional de los educadores, puesto que ante esta nueva cotidianidad, ha sido necesario acompañar a los maestros no solo en el fortalecimiento frente al uso de medios tecnológicos y digitales, sino además en generar espacios formativos en los que se genere una comprensión desde la práctica, sobre la importancia de la articulación del arte y la pedagogía para enriquecer el desarrollo del pensamiento creativo de los niños por medio de experiencias significativas en casa e intencionadas pedagógicamente para potenciar su desarrollo en el marco de la cotidianidad de cada hogar.
Por ejemplo, las formaciones que realizamos desde aeioTU, en alianza con Fundación FEMSA, para los maestros de Villas ABP en el Estado de Nuevo León en el marco de esta contingencia, se han enfocado en reconocer el poder de la relación entre arte y pedagogía, a través del reconocimiento de los lenguajes del arte, reflexionando en cómo se pueden hacer visibles en los hogares con la interacción y reconfiguración de objetos cotidianos, fortaleciendo el aprovechamiento de los recursos y espacios que brinda cada hogar para potenciar las diferentes dimensiones del desarrollo del niño de una manera integral; además del poder visibilizar y dar importancia a la identidad de cada niño y su familia al reconocer y caracterizar las particularidades de cada uno de sus hogares.
A su vez, estos espacios formativos a maestros han posibilitado resignificar su práctica pedagógica al identificar y reconocer las diversas posibilidades que trae la casa como un escenario de aprendizaje, fortaleciendo así, desde su propia vivencia, las relaciones e interacciones con un enfoque positivo en los hogares de cada niño, la construcción de acuerdos, la participación activa de los niños en las dinámicas del hogar, validando y enriqueciendo los saberes y crianza de los padres y cuidadores, y a su vez invitando a la vivencia de experiencias de juego en donde el descubrimiento, el asombro, la exploración y la transformación sean latentes cada día, dando apertura a un universo infinito de posibilidades.
Como resultado de la experiencia en esta contingencia, estos tres elementos para construir entornos positivos para el desarrollo de los niños, nos invitan a seguir fortaleciendo por medio del acompañamiento a las familias, cuidadores y maestros, el dar continuidad a este proceso ya sea en el hogar, en el centro educativo y en los otros espacios en los que habiten los niños; aportando a la construcción de comunidades resilientes, corresponsables, solidarias y con competencias socioemocionales que beneficien constantemente el desarrollo integral de los niños y las prácticas educativas y de crianza de los adultos que los acompañan.
Nota adicional: Existen otros medios de apoyo para maestros y familias como las comunidades de Aprendizaje, las cuales motivan un trabajo en Red, articulado e inspirador para fortalecer el aprendizaje de los niños. Una de ellas es Aprendiendo, una plataforma virtual gratuita en la que desde aeioTU compartimos nuestro conocimiento y experiencia en diversos contenidos amigables, como videos demostrativos, podcasts, testimonios, sugerencias e ideas; con el objetivo de ayudar a maestros, padres de familia y educadores a fortalecer sus prácticas educativas y de crianza, desde estrategias para acompañar a sus hijos desde casa, con los materiales y recursos de su entorno, para fortalecer su desarrollo.