Cambio de comportamiento e higiene: Más allá del acceso a agua

El cambio de comportamiento para generar hábitos higiénicos es ahora más importante que nunca con la pandemia del coronavirus. El programa Lazos de agua es una experiencia valiosa para abrir el camino más allá de la inversión en infraestructura de agua y saneamiento. 

*Pieza originalmente publicada en Volvamos a la fuente. Escrita por German Sturzenegger, Especialista Senior de Agua y Saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo, con Carlos Hurtado, nuestro Gerente de Desarrollo Sostenible, e Isabelle Viens, Experta en Arte Social para el Cambio de Comportamiento de One Drop. 

Mucho se ha hablado del lavado de manos con agua y jabón como la base para enfrentar problemas de salud pública, desde enfermedades gastrointestinales hasta la pandemia global causada por el COVID-19. Tradicionalmente, el énfasis de los esfuerzos está centrado en proveer infraestructura de agua y saneamiento para garantizar el acceso a los servicios. Pero frecuentemente un factor queda de lado: asegurar que las comunidades adopten permanentemente prácticas como el lavado de manos una vez que el proyecto ha terminado. 

Lazos de Agua es un programa impulsado por el Banco Interamericano de Desarrollo, Fundación FEMSA, The Coca-Cola Foundation y One Drop que busca incrementar el acceso sostenible a agua segura y servicios de saneamiento e higiene en México, Colombia, Guatemala, Nicaragua y Paraguay. 

El programa se implementa a través del modelo A·B·C para la Sostenibilidad, que incorpora el enfoque Arte Social para el Cambio de Comportamiento. A través de intervenciones de arte social, basadas en la cultura y tradiciones de las comunidades donde opera, Lazos de Agua promueve la adopción de hábitos saludables que también impactan la sostenibilidad de los sistemas de agua y saneamiento. En este espacio conversamos con Isabelle Viens (One Drop) y Carlos Hurtado (Fundación FEMSA) para explorar el concepto de cambio de comportamiento, los procesos y retos de implementarlo y su relación con la prevención de enfermedades. 

¿Cómo se define el cambio de comportamiento? 

Isabelle Viens: El comportamiento humano es un mundo complejo influenciado por el entorno en el cual la persona vive, se desarrolla y evoluciona. El cambio de comportamiento es un proceso largo y lleno de desafíos por el cual pasa una persona o grupo de personas para abandonar o modificar un comportamiento inapropiado que puede generar situaciones problemáticas en diferentes áreas de la vida de esta misma persona. Por otro lado, también puede ser un proceso que permite adoptar un nuevo comportamiento que satisfaga mejor una necesidad específica, en un contexto dado. 

Carlos Hurtado: Cada vez hay mayor evidencia sobre la gran brecha entre que una persona conozca sobre un tema y decida tomar las acciones que se le piden en relación con él. Incorporar conceptos de la ciencia del comportamiento a los proyectos implica identificar los catalizadores que nos permitirán detonar cambios en conductas muy arraigadas en una comunidad y lograr que permanezcan en el tiempo. 

German Sturzenegger: El cambio de comportamiento, a lo que apunta, es a modificar hábitos o rutinas de la manera más costo-efectiva. Este concepto se puede desglosar en tres momentos: el primero es inspirar una nueva práctica. De la inspiración, hay que pasar a la acción, porque una persona puede ser consciente, pero no actuar. Por último, hay que lograr el mantenimiento de la práctica en el tiempo. 

¿Por qué es útil este enfoque en las intervenciones de agua y saneamiento? 

Isabelle: La sostenibilidad de los proyectos de acceso a infraestructura es un desafío importante al cual se enfrenta todo el sector de agua, saneamiento e higiene (ASH). De hecho, según Unicef, del 30% al 50% de los proyectos de ASH fracasan después de 2 a 5 años de implementación. Al involucrar el cambio de comportamiento por medio de las artes sociales en los proyectos de agua, saneamiento e higiene contribuimos al despliegue de soluciones más cerca del ser humano, innovadoras, capaces de generar resultados duraderos y a escala. Además, refuerza la implementación de proyectos con una perspectiva sistémica, donde cada actor y elemento juega un rol importante para la sostenibilidad del proyecto. Las artes, al crear una respuesta de conexión emocional con los participantes, los inspiran e invitan a actuar para cambiar sus comportamientos; la creatividad se convierte en un motor de cambio poderoso. Las personas se convierten en protagonistas de su propio cambio. 

German: Incorporar el cambio de comportamiento es muy importante para la sostenibilidad de las intervenciones. Una forma de mejorarla es trabajando de manera intensiva y sistemática con hábitos de utilización de la infraestructura; la operación de los sistemas (por ejemplo, que la gente pague las tarifas) y toda la dimensión de higiene. Si se lleva agua, y la gente no se lava las manos, los beneficios en salud que se buscan con el acceso a infraestructura resultan casi nulos. 

Carlos: Una de las cosas que hemos aprendido, justo como lo estamos viendo en estos momentos con el COVID-19, es que el tema de higiene personal se vuelve muy importante para capitalizar los beneficios de tener agua. Está claro que la infraestructura en proyectos ASH es un elemento necesario (y básico), pero no es suficiente. Con la experiencia hemos concluido que todas nuestras intervenciones tienen que estar centradas en las personas, en habilitarlas para que puedan vivir sanas, felices y productivas. Con Lazos de Agua hemos encontrado maneras efectivas de llegar a la gente y hacer que los conocimientos se arraiguen. 

¿Cómo integra Lazos de Agua ese enfoque? 

Carlos: Lazos de Agua es una plataforma con la que buscamos innovar en el acceso a agua y saneamiento. En la exploración de incorporar hábitos de higiene, tuvimos un acercamiento con One Drop; nos presentaron una metodología muy interesante centrada en el cambio de comportamiento a través del arte social. Este enfoque considera que la forma más efectiva de hacer que las personas modifiquen hábitos es acercándoles mensajes a través de actividades lúdicas basadas en su cultura. 

Isabelle: En el corazón de Lazos de Agua se encuentra el enfoque Arte Social para el Cambio de Comportamiento (SABC por sus siglas en inglés), que facilita espacios de reflexión y la adopción de prácticas saludables relacionadas con agua, saneamiento e higiene. El SABC propone intervenciones únicas para cada proyecto, pues se basa en evidencia concreta y en la cultura local. Actividades artísticas participativas como talleres de títeres, creación audiovisual, circo social, muralismo, entre otras, permiten procesos creativos que invitan a la comunidad, como madres de familia, docentes o miembros de comités de agua a movilizarse para comprender mejor los problemas de ASH y proponer soluciones, desafía su posición en diferentes asuntos y abre así una ventana para cambiar el comportamiento. Ese es el valor de este enfoque y por eso es importante incluirlo en proyectos de ASH. 

German: Hay decenas de comportamientos asociados a proyectos ASH que se podrían abordar. Lazos de Agua, lo que hace es priorizar algunos con base en un diagnóstico hecho en cada zona, buscando los que puedan poner en mayor riesgo la infraestructura o mejorar la implementación del proyecto, temas como el pago de tarifas, ahorro de agua y prácticas de higiene como lavado de manos. Normalmente se priorizan tres o cuatro comportamientos y alrededor de ellos se diseña una estrategia de intervención. 

¿Cómo se comienza a desarrollar un proyecto con enfoque en cambio de comportamiento? 

German: Para inspirar, activar y sostener un comportamiento es necesario entender los incentivos para el cambio y las barreras que puedan evitar que se adopte. Cuando llegamos a una comunidad, lo primero que hacemos es identificar una serie de comportamientos clave que es importante modificar en el marco del proyecto. Por ejemplo, si construimos instalaciones sanitarias para el lavado de manos, es importante que la gente lo practique; si instalamos baños, es relevante que la gente sepa cómo usarlos y mantenerlos; en el caso de la construcción de sistemas de agua, es importante que la gente sepa muy bien por qué es importante pagar para mantener estas obras. 

Isabelle: Otro aspecto es basarse en evidencia; se trata de evitar los supuestos. Por ejemplo, aun cuando un comportamiento objetivo es el mismo para diferentes regiones, se aborda de manera distinta porque todo es diferente alrededor del comportamiento: las personas, su cultura, su contexto, sus determinantes, etcétera. Para contar con las evidencias se realizan estudios formativos: serie de investigaciones desarrolladas a partir de diferentes herramientas y metodologías que permiten destacar las informaciones más relevantes alrededor de cada comportamiento (contexto, práctica del comportamiento, procesos culturales, grupo de prioridad, principales determinantes de la práctica, etcétera). Los estudios formativos se realizan antes de la implementación de un proyecto en la fase de diseño. Esto permite alejarse de las ideas subjetivas que solemos establecer alrededor de un comportamiento y crear en cambio intervenciones a la medida. Por ejemplo, el lavado de manos se trabaja en todos los proyectos de Lazos de Agua, pero las intervenciones no son las mismas porque la forma de abordar el comportamiento depende de quién debe practicar el hábito (grupo de prioridad) y de cuáles son los determinantes que permiten la práctica del comportamiento: barreras como no percibir un riesgo en no lavarse las manos antes de comer, o motores como los que se relacionan con la apariencia. Partiendo de esa información se identifican diferentes intervenciones artísticas que responden a esos determinantes y grupos de prioridad. 

¿Cómo se mide el éxito de una intervención en cambio de comportamiento? 

Carlos: Es complicado medir el cambio de comportamiento de manera exacta. Necesitamos comenzar identificando cambios en el conocimiento y actitudes que dan indicios sobre la efectividad del programa. En Lazos de Agua incorporamos un componente muy importante de monitoreo, evaluación y aprendizaje (MEL, por sus siglas en inglés) en donde levantamos líneas base de conocimiento y actitudes de las personas, antes y después de ejecutar las intervenciones de arte social. Es normal encontrar que en cada región se puede ser más o menos efectivo en ciertos aspectos; la gran ventaja es que contamos con un mecanismo de retroalimentación donde tomamos las lecciones para informar la estructuración de las próximas intervenciones. 

German: Además de las líneas base, hay que identificar la penetración del hábito en la comunidad y medir el avance a lo largo del tiempo, desde el efecto inmediato luego de las intervenciones, pero también si se mantiene en el tiempo. A nivel programa tenemos líneas base para temas como el lavado de manos, almacenamiento seguro de agua o pago de tarifas. Estamos viendo que, en términos de inspirar y activar comportamientos, se está teniendo éxito, sin embargo, el mayor desafío siempre es mantener estas prácticas en el tiempo. 

Isabelle: La medición se enmarca en un proceso continuo de monitoreo del cambio de comportamiento, que implementan los socios de ejecución junto a actores clave y grupos de artistas, basado en metodologías cualitativas, como el registro de intervenciones SABC que identifica participación en las intervenciones, nivel de interés, efectos positivos sobre el comportamiento, etc. Este registro toma lugar en la plataforma digital AKVO. También, se desarrolla un proceso más intrínseco por parte de los grupos de artistas, llamado diario de artistas, donde se plasman ideas más cualitativas sobre las intervenciones, percepción del artista sobre su propia intervención, observaciones de los participantes alrededor de diferentes aspectos como el nivel de cambio de comportamiento, efectos positivos sobre habilidades personales e interpersonales de los participantes. 

¿Cómo contribuye el cambio de comportamiento en intervenciones de agua y saneamiento a enfrentar crisis como la relacionada con el COVID-19? 

German: Es importante enfatizar la importancia del acceso a agua, a instalaciones sanitarias y a insumos básicos como jabón para atender emergencias sanitarias como la generada por el COVID-19. Lazos de Agua busca garantizar que se tenga acceso continuo a estos recursos. 

Carlos: Además, entendemos que los elementos que nos han ayudado a promover los cambios de comportamiento para el lavado de manos pueden ser la base para reforzar otros mensajes, como la distancia social o el uso de cubrebocas. Tener los insumos, como jabón o caretas, no garantiza que la gente los usará o que lo hará de la manera adecuada y estas intervenciones pueden ayudar mucho a lograrlo. 

Isabelle: Desde siempre, este comportamiento ha demostrado reducir drásticamente las consecuencias de la diarrea y de las infecciones causadas por una higiene inadecuada. Esta es la razón por la cual todos los proyectos de Lazos de Agua cuentan con una estrategia que aborda el lavado de manos, y ello por supuesto es una ventaja para las comunidades que hacen parte del Programa y que ya han venido trabajando en esa práctica. De hecho, y retomando el tema de las líneas base, identificamos que al inicio de las intervenciones un 28% de los habitantes de las comunidades en las que se encuentran los participantes de Lazos de Agua practicaba el lavado de manos. Hoy, después de meses de intervenciones integrales de los componentes A, B y C, con acercamiento al comportamiento por medio de las artes sociales y teniendo en cuenta que se actúa dentro de un sistema, las mediciones de medio término revelan que el 41% de las personas ya adoptaron esta práctica. 

A la fecha, alrededor de 120,000 personas han participado en intervenciones de Arte Social para el Cambio de Comportamiento de Lazos de Agua. De estas, más de 98,000 se han visto beneficiadas con intervenciones de acceso a agua segura, saneamiento e higiene. Para conocer más sobre el programa, visite el sitio www.lazosdeagua.org 

Carlos Hurtado es Gerente de Desarrollo Sostenible de Fundación FEMSA

Isabelle Viens es Experta en Arte Social para el Cambio de Comportamiento de One Drop.

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