¿Cuándo fue la última vez que dejaste encendida una bombilla al salir de la habitación? ¿Y cuánta ropa tienes en tu armario que llevas años sin usar?
Hoy te traemos información sobre momentos de nuestra vida diaria en los que usamos agua sin darnos cuenta y las formas alternativas en las que podemos cuidar este recurso. Acompáñanos a descubrir dónde está el #AguaQueNoVes.
1) En tu refrigerador
Algunos alimentos contienen agua, como las frutas y las bebidas, pero también podemos encontrarla en alimentos donde no es tan evidente su presencia en el producto final pero sí es un ingrediente esencial para su producción, como en el pan o las papas fritas. Al asegurarnos de sólo adquirir los alimentos que vamos a consumir, estaremos contribuyendo a una gestión más eficiente de los residuos orgánicos y al mismo tiempo estaremos cuidando el agua. Te recomendamos esta lista de ocho gráficos preparados por El País para entender los retos del planeta y que forman parte de la colección de libros El estado del planeta que El País elaboró en conjunto con la FAO.
2) En la bombilla de tu sala
Hay formas de producir energía a partir del agua como la energía hidroeléctrica, sin embargo, las plantas generadoras de energías convencionales también usan grandes cantidades de agua en su producción. Según UN Water, el 90% de la generación mundial de electricidad se caracteriza por un consumo intensivo de agua. Cada vez que dejamos encendida una bombilla en nuestra casa sin que sea necesario, estamos dejando ir el agua. Te sugerimos que dentro de lo posible cuides el consumo de energía en tu casa y en el trabajo: usa la corriente eléctrica sólo cuando sea necesario y desconecta tus aparatos cuando no los estés usando.
3) En tu armario
Incluso los textiles naturales hacen uso del agua. Por ejemplo, un kilo de algodón requiere de 22,500 litros de agua para su producción. La huella hídrica de la industria textil está en el agua que se utiliza para producir las telas, pero también incluye la contaminación del agua que se usa en los procesos de dar color a las prendas. Las aguas residuales que resultan de esta industria normalmente están muy contaminadas por químicos y eso hace más costoso el proceso para tratar esa agua. Te recomendamos aprovechar al máximo lo que tienes en tu armario para asegurarte de que se aproveche toda el agua usada para producir esa ropa.
Ahora ya sabes dónde está el #AguaQueNoVes. Desde casa podemos hacer la diferencia con pequeñas acciones para cuidar el agua que van mucho más allá de cerrarle a la llave o ducharnos rápidamente. Te invitamos a comprometerte a cuidar el agua de forma diferente y esperamos que las alternativas que te ofrecemos te sirvan de inspiración.
¡Compártenos tu compromiso! Cuéntanos en Facebook y Twitter (@FundacionFEMSA) cómo vas a cuidar el agua ahora y etiqueta a tres personas para que se sumen al reto.