¿Alguna vez has visto un niño jugar con la bolsa de su regalo en lugar de su nuevo juguete? Tenemos niños creativos, curiosos y con una imaginación presente y deseosa de ser explotada. ¡Vamos a apoyarlos para que esto suceda!
¿A qué nos referimos con jugar? Es una actividad que resulta en descubrimientos y aprendizajes de manera natural, voluntaria y divertida. Existen distintos tipos de juego y estos se vuelven más complejos conforme el crecimiento de los niños. ¡Nosotros podemos acompañarlos en cada momento!
Con el motivo del Día del Niño, te compartimos algunas ideas de juego que puedes hacer con base en una guía para cada etapa. ¿Qué esperamos? ¡Comencemos a jugar!
Bebés de 0 a 6 meses
¡Empecemos con los más pequeños! Los niños menores de 6 meses se encuentran en una etapa de búsqueda sensorial y exploran todo con la boca. Entonces, podemos brindarles juguetes coloridos y seguros para que ellos sigan desarrollándose. Tip de seguridad: asegúrate de que el juguete no quepa dentro de un tubo de cartón de papel higiénico.
Además, los juguetes que producen sonido son una excelente idea para aprender la relación causa-efecto. Por ejemplo: coloca pulseras con cascabeles en sus piernas y así fomentarás que aprendan a producir sonidos. Otro dato interesante: platicar a manera de juego en tempranas edades tiene un impacto positivo en el aprendizaje y lenguaje. ¡No olvides que platicar con tu bebé es un juego y una actividad social!
Bebés de 7 meses a 1 año
Permítele explorar. Colócalo boca abajo y dale juguetes que lo alienten a desplazarse. Recuerda que, aunque los bebés todavía no se desplazan, el simple hecho de jugar a rodar es una manera de activarlos físicamente y así comenzar a establecer una vida saludable.
Sé el mejor mago que puedes llegar a ser. ¡Toma una sábana y juega a las escondidas con tu bebé! En esta etapa, ellos empiezan a entender un concepto llamado constancia objetual y, entonces, es posible que le saques un gran asombro y carcajadas cada vez que desapareces de su vista. Recuerda que cada momento en esta etapa es oportuno para activar sus sentidos.
Niños de 1 año a 3 años
Aliéntalo a que interactúe con otros niños. Es momento de jugar a hacer actividades de la vida cotidiana que realizan mamá o papá. Deja que desarrolle habilidades artísticas; puedes brindarle crayones y pinturas. Además, acompaña sus sesiones de juego con música para que explore habilidades musicales. Encuentra canciones y videos divertidos sobre hábitos saludables en ¡Listos a Jugar!.
Niños de 4 años en adelante
Busca oportunidades para que socialice con otros niños fuera del ambiente escolar. Promueve el juego en espacios al aire libre; dénse la vuelta por el parque y otros lugares para niños. También puedes motivarlo a realizar una mayor variedad de habilidades físicas como bailar, subir resbaladeros, columpiarse y trepar. ¿Buscas más actividades en espacios públicos? ¡Encuéntralas en Jugando en Colectivo!
El juego como herramienta de desarrollo integral
El juego va más allá de una actividad recreativa. Es, más bien, una oportunidad para el desarrollo del pensamiento y de funciones ejecutivas. Entre éstas destacan las siguientes: capacidad de planeación, mejora de atención, desarrollo lingüístico y el aprendizaje de habilidades sociales y motrices.
Veámoslo con un ejemplo. Imaginemos a un niño en el recreo que se siente soñado por ser superhéroe: él libra batallas, establece reglas y roles, compite con sus compañeros, aprende a respetar y compartir y, además, memoriza diálogos y secuencias. Quizá se rompan algunas reglas e inclusive algunas amistades. Sin embargo, a pesar de ser sólo niños, ellos son quienes nos enseñan el valor del perdón.
Debemos, como padres, ser partícipes de estos aprendizajes que, aunque no se den en un salón de clases, tienen el mismo poder que cualquier otra materia escolar. A diferencia de lo que se imparte en la escuela, aquí se presenta la oportunidad de impartirla nosotros.
Por último, regula el uso de electrónicos, ya que es importante que los niños interactúen con más personas y que jueguen al aire libre. Te sugiero comprar juguetes que fomenten la creatividad de los niños; pueden ser juguetes sencillos como bloques, crayones, cajas o pelotas.
La clave está en la compañía de sus padres. Tratemos de ser guías de nuestros hijos y compañeros de juegos. No impongamos nuestras reglas, sino brindemos solamente herramientas para que ellos exploren su imaginación. No me queda duda de que te llevarás un gran momento y recuerdos que fortalecerán los vínculos con tus hijos.
*Lorena Carranza es una pediatra enfocada en el desarrollo integral de la niñez y, además, es experta en trastornos de neurodesarrollo. Es egresada de la Universidad de Monterrey; adicionalmente continuó con sus estudios en la Universidad Autónoma de México y realizó su posgrado en George Brown College en autismo y conducta.