La pandemia global provocada por el COVID-19 reforzó la certeza de que las soluciones efectivas y sistémicas solo son posibles cuando parten de la construcción colectiva, involucrando a diferentes sectores de la sociedad. Las acciones diseñadas de forma aislada tienden a no lograr los resultados esperados. Cuando todos miran en la misma dirección, en colaboración, surgen mejores respuestas.
El impacto colectivo sigue esta premisa, involucrando esfuerzos de los tres sectores, cada uno con sus propias características, unidos por un objetivo común.
Las autoridades públicas hacen uso de leyes y políticas públicas para ejercer su rol, contando con una estructura que favorece la escalabilidad en territorios o en todo el país. A ellos les corresponde invertir recursos en iniciativas que promuevan el desarrollo social y económico de las comunidades.
Las empresas, por su parte, pueden aportar su experiencia en la gestión, con sus propios recursos y el cumplimiento de la legislación, a través de políticas internas enfocadas a sus empleados y con sus comunidades cercanas.
Finalmente, la sociedad civil organizada cuenta con tecnologías sociales para generar transformaciones sistémicas en los territorios. El tercer sector es un catalizador de soluciones, con un buen ojo para apoyar a los otros dos sectores en el diseño e implementación de acciones de amplio impacto.
La fuerza de esta alianza en el futuro de la primera infancia
Nos preocupan especialmente los primeros años de vida, porque sabemos, a través de la ciencia, que son cruciales para determinar la salud y oportunidades que tendrán al crecer. Además de que el acceso a salud, educación y protección es su derecho, el desarrollo de la primera infancia representa una oportunidad para reducir costos sociales y económicos en el largo plazo, así como romper ciclos de pobreza intersectorial.
Pensar en la primera infancia nunca ha sido más urgente. La crisis global que todos atravesamos afecta directamente al presente y futuro de las sociedades, ya que impacta negativamente a las familias, especialmente a las más vulnerables. La escasez de alimentos, la falta de escolaridad, el desempleo, el deterioro de la salud física y mental, la pérdida de la vivienda son algunos de los problemas que enfrentan los niños y que tienden a obstaculizar su desarrollo a lo largo de la vida.
Por tanto, creemos que el impacto colectivo es la solución a la crisis de este momento. Invertir en la primera infancia, con base en el trabajo colaborativo y colectivo, se ha convertido en una misión prioritaria para gobiernos, empresas y organizaciones sociales, porque es la forma más efectiva de lograr mejores resultados en todas las áreas del desarrollo social y económico, en el mediano y largo plazo.
Por ello, proponemos una mirada genuina a este tema, partiendo de una amplia escucha de los tres sectores para emprender un abordaje sistémico de cada acción pensada a favor de la primera infancia.
En lo que a negocios se refiere, tenemos que hacer nuestra tarea e iniciar, o intensificar, en nuestras corporaciones las políticas y acciones afirmativas que promuevan el pleno desarrollo infantil de los hijos e hijas de nuestros empleados.
Pero no deberíamos detenernos ahí. Nuestra misión es contribuir a la creación de políticas públicas en las ciudades, estados y países donde operamos. Por lo tanto, utilizar nuestra reputación, poder y recursos a favor de la causa, articulando iniciativas para promover el desarrollo infantil con los gobiernos y organizaciones sociales de los territorios, debe estar dentro del alcance de los planes estratégicos corporativos.
Invertir en los primeros años de vida es volver a la senda del desarrollo social y económico, porque impacta directamente en la mejora de la educación de las personas, la calidad de la fuerza laboral, el desarrollo de la mujer en el mercado laboral, el aumento de los ingresos y el luchar contra las desigualdades, por ejemplo.
En junio de 2021 lanzamos, en alianza con United Way Brasil, Fundación Maria Cecilia Souto Vidigal y Fundación Bernard Van Leer, una guía digital que reúne más de 600 acciones dirigidas al desarrollo infantil, implementadas por empresas de diferentes tamaños con sede en Brasil. Nuestro objetivo es apoyar a otras corporaciones que quieran actuar a favor de la causa. Por eso, te invito a ser parte también de este amplio pacto por la primera infancia: conoce la guía, úsala como inspiración y haz tu aporte, compartiendo las acciones que realizas en tu empresa para que podamos transformar las difíciles e injustas realidades vividas por los niños. Se colocarmos as crianças no centro, construiremos uma sociedade mais justa e equitativa para todos.