Este Día de las Madres, queremos reflexionar y celebrar el rol que las mamás tienen en nuestra vida. Ellas juegan un rol fundamental en la crianza—particularmente durante la Primera Infancia- esa etapa que va desde el embarazo hasta los 6 años de vida, donde se construyen las bases de nuestra salud, capacidad de aprender y de formar relaciones sanas con los demás.
La clave del desarrollo de los niños y niñas en estos años depende de los vínculos que tengan con sus papás y las personas que forman parte de esa red de apoyo. Cuando un niño no es cuidado adecuadamente, es menos probable que pueda desarrollar su máximo potencial y que se vuelva un ciudadano productivo. También, se vuelve menos probable que los hijos de ese niño al crecer se desarrollen plenamente, pues estas desventajas se transmiten de generación en generación. Es por eso que, la labor del cuidado no es sólo un asunto familiar, sino algo que nos compete a todos y requiere de un rol más activo del estado.
Hablamos poco del valor que tiene el cuidado en una sociedad, un valor que, al no cuantificar económicamente, olvidamos que es necesario para que nuestra economía funcione. Las mujeres, y en buena medida las que son madres, suelen dedicar un número importante de horas adicionales de trabajo al cuidado del hogar, estas horas no son visibles para la economía. “A nivel mundial, en promedio, las mujeres trabajan 2.6 horas más al día en trabajo no pagado. En México, son 7.1 más horas al día” (Shafik, 2022).
Valorar el cuidado y repensar los sistemas de cuidado es fundamental. Más allá de las flores y los chocolates, es un buen momento para pensar en qué apoyos necesitan las madres y sus niños para desarrollarse plenamente. Cuáles son esas políticas públicas y empresariales que les permiten que sus hijos se desarrollen mientras ellas trabajan, que les dan la flexibilidad que necesitan para cumplir con sus responsabilidades de trabajo y las de casa. Y qué requieren para mantenerse sanas física y mentalmente mientras desempeñan esa cantidad de trabajo adicional.
Este Día de las Madres, es una oportunidad de reflexionar sobre como la crianza es una tarea compartida al interior de todas las familias. Cuando nuestros niños y niñas crecen viendo una distribución más equitativa de las tareas en el hogar, aprenden que así debe y puede ser el mundo.
En Fundación FEMSA estamos comprometidos a buscar entornos más inclusivos para todos. Reconocemos que la equidad se aprende en casa, particularmente en la Primera Infancia. Este 10 de mayo queremos que las mamás sepan que valoramos la labor de cuidado que realizan. Y que nos comprometemos como sociedad a contribuir para que las nuevas generaciones reciban el cuidado que requieren, los padres puedan participar activamente en la crianza y así construir sociedades más equitativas y prósperas.